Noticia
02-09-2021
Audi grandsphere concept: hacia el futuro en primera clase
.- Berlina de lujo con propulsión eléctrica
.- Nuevo concepto de interior: espacio libre en las plazas delanteras
.- La conducción automatizada crea una experiencia innovadora
Madrid, 2 de septiembre, 2021 – El jet privado para viajar por carretera: la marca de los cuatro aros presenta el Audi grandsphere concept en el IAA 2021. Como si se tratara de un vuelo en primera clase, la gran berlina, de 5,35 metros de longitud, combina el lujo y el confort de los viajes privados con una amplia oferta de experiencias a bordo. El nivel 4 de conducción automatizada permite nuevas dimensiones de libertad: en este modo, el habitáculo se convierte en una amplia “esfera” de experiencia, sin volante, pedales ni pantallas, mientras que las plazas delanteras se transforman en un salón de primera clase con el máximo espacio y acceso a todas las funciones de un ecosistema digital holístico en el que se integra el Audi grandsphere.
Como segundo de los tres concept cars “sphere” de la marca de los cuatro aros, el Audi grandsphere ocupa un lugar especial, ya que las soluciones tecnológicas y sus características de diseño estarán presentes dentro de unos años en futuras series de Audi. El Audi grandsphere concept ilustra el hecho de que la marca se esté convirtiendo en la punta de lanza de la industria automovilística en lo referido a la transformación tecnológica y a las ofertas de movilidad completamente nuevas e integrales.
El roadster de propulsión eléctrica Audi skysphere concept debutó en agosto de 2021: una visión espectacular de un GT de conducción autónoma que se transforma en un deportivo gracias a su sistema de distancia entre ejes variable. Estos dos concept cars -así como el Audi urbansphere, que se presentará como tercer integrante de esta serie de prototipos en 2022- están unidos por su concepto global, derivado de su capacidad de conducción autónoma de nivel 4. Audi está trabajando con CARIAD, la nueva división de software del Grupo Volkswagen, para introducir esta tecnología en la segunda mitad de la década.
En el nivel 4 de conducción automatizada el tradicional habitáculo orientado al conductor se transforma en un amplio salón en cuanto se ocultan el volante y los pedales. Al mismo tiempo se abren nuevos niveles de libertad para todos los pasajeros. En este modo el Audi grandsphere no sólo libera al conductor de las tareas de conducción siempre que sea posible, sino que, además, ofrece a todos los que van a bordo un amplio abanico de opciones para disfrutar de esa libertad a través de experiencias individualmente variables: comunicación, trabajo o relajación en una “esfera” privada, según se desee. El concepto Audi grandsphere pasa de ser estrictamente un automóvil a convertirse en un auténtico “dispositivo de experiencias”.
Gracias a los propios servicios que ofrece Audi y a la posibilidad de integrar otros servicios digitales, las oportunidades son casi infinitas. Con ellos se puede acceder a una serie de opciones relacionadas con el viaje en curso, como la elección de una ruta panorámica espectacular, así como opciones de restaurantes u hoteles. El vehículo también se encarga de tareas cotidianas que van más allá del propio trayecto. Por ejemplo, el Audi grandsphere concept autónomo recoge a sus pasajeros utilizando información sobre su destino actual y se encarga de aparcar de forma autónoma, así como de cargar la batería.
También existe la posibilidad de acceder a opciones personalizadas de infotainment, como la perfecta integración a bordo de los proveedores de música y vídeo en streaming que se hayan utilizado anteriormente. En un paso adicional Audi mantendrá disponibles en el futuro opciones personalizadas y exclusivas: conciertos, eventos culturales o incluso acontecimientos deportivos a los que los clientes sean invitados.
El Audi grandsphere concept ilustra la pretensión de la marca de definir el lujo progresivo del mañana. Para Audi esto incluye la opción de nuevas experiencias de primera clase habilitadas por la digitalización, así como un enfoque holístico de la sostenibilidad con el objetivo de la neutralidad de carbono a lo largo de toda la cadena de valor en un futuro próximo.
Primera clase para el futuro
Audi skysphere, Audi grandsphere y Audi urbansphere son los tres concept cars que la marca de los cuatro aros está utilizando para mostrar su visión del lujo progresivo, creando una experiencia que va mucho más allá del simple propósito de pasar el tiempo en un coche para trasladarnos del punto A al punto B, e incluso mucho más allá de la propia experiencia de conducción. Estos concept cars presentan un nuevo diseño que, en última instancia, reinterpreta el habitáculo como el centro del vehículo y deja de subordinar la experiencia del pasajero a las exigencias de la tecnología. Esto se refleja en la disposición variable del interior, la desaparición de los mandos y la gran amplitud disponible, además de vincular estas características a las nuevas ofertas de servicios.
El proceso de diseño: desde el interior
Incluso el término “sphere” del nombre envía una señal: el corazón de los vehículos conceptuales Audi skysphere, grandsphere y urbansphere es siempre el interior. En esta nueva generación de coches el sistema de propulsión y el comportamiento dinámico ya no están en la cima de las especificaciones de diseño. En su lugar el punto de partida es el interior, la “esfera” de experiencias de los ocupantes mientras viajan. Sus necesidades y deseos conforman el espacio, la arquitectura y las funciones. Con esa reevaluación, el propio proceso de diseño cambia. Al principio el enfoque se dirige hacia el interior; sólo después se avanza en el diseño global, las líneas exteriores y las proporciones que dan forma al coche en una obra de arte total, junto con las premisas tecnológicas.
Espacio, forma y función: el interior
Las puertas del Audi grandsphere concept están invertidas, no hay pilar B. Todo un mundo interior se abre a los pasajeros nada más subir a bordo. Pero incluso antes, el Audi grandsphere reconoce a los pasajeros mediante un innovador sistema de identificación, abre las puertas y les da la bienvenida con pantallas y luz ambiental individualizadas. La posición del conductor y del acompañante se detecta automáticamente, al tiempo que se adopta el ajuste de una serie de características de confort personal para cada uno de ellos, como la climatización y los asientos. De manera automática, el sistema de infotainment accede a los servicios que los ocupantes han utilizado más recientemente y los pone de nuevo en funcionamiento. Por ejemplo, un vídeo que un pasajero estaba viendo en streaming en una tablet se reproduce automáticamente en la pantalla del Audi grandsphere. Por otro lado, en el puesto de conducción la superficie de proyección retoma automáticamente la visualización de las noticias que el ocupante estaba leyendo antes de entrar.
En el interior, las líneas de las superficies decorativas y de los elementos funcionales son marcadamente horizontales. El despejado diseño del habitáculo favorece la impresión de un espacio exclusivo, mientras que la ausencia de volante, pedales o salpicadero convencional crean una sensación de gran amplitud. Las grandes superficies acristaladas, el gran parabrisas y el techo transparente acentúan esa sensación. Lo mismo ocurre con la particular geometría de las ventanillas laterales: su mitad superior está claramente inclinada y la parte más ancha se encuentra ligeramente por encima del nivel de los ojos. Se trata de una característica de diseño que Audi mostró por primera vez en 2017 con su futurista concept car AI:CON, y que ahora avanza hacia la producción en serie.
El cambio en la zona de confort es radical: si en una berlina de lujo convencional el asiento del “jefe” está en la parte trasera, ahora la primera clase se ha desplazado hacia la zona delantera, a la primera fila. Esto se debe a que ya no está necesariamente subordinada en primer lugar a la función de conducción y a los mandos. En el nivel 4 de conducción automatizada el volante y los pedales desaparecen y la parte delantera del habitáculo se convierte en auténtico espacio libre en toda su amplitud, con una visión perfecta a través del parabrisas y de las grandes ventanillas laterales, ofreciendo al mismo tiempo las máximas posibilidades de movimiento.
El habitáculo resulta especialmente amplio cuando los dos asientos delanteros individuales se colocan en su posición más retrasada. El Audi grandsphere es un 2+2 plazas, con un asiento acolchado para dos ocupantes integrado en la parte trasera que incluye un reposabrazos que rodea el lateral, mientras que las dos butacas delanteras están diseñadas para ofrecer un confort y un espacio de primera clase.
Las superficies de la banqueta y los respaldos de los dos asientos delanteros, que cuentan con cinturones de seguridad integrados, hacen que visualmente estos elementos queden separados. Los refuerzos laterales de los respaldos están ligeramente curvados, garantizando así la sujeción durante la conducción en zonas de curvas. Las posibles posiciones del asiento están optimizadas para cada uso: en la más vertical el Audi grandsphere se puede controlar perfectamente de forma ergonómica. Con el respaldo inclinado 40 grados, los pasajeros pueden relajarse y utilizar el sistema de infotainment. Si el respaldo se reclina hasta 60 grados, se consigue una posición de descanso perfecta. Al mismo tiempo, el reposacabezas permite una regulación en inclinación de 15 grados hacia delante. En esta zona se han integrado salidas de aire filtrado y a temperatura controlada -incluso perfumado, si se desea-, así como altavoces inaudibles para los demás pasajeros, que permiten crear una zona auditiva privada.
Entre los asientos delanteros -normalmente ocultos bajo una moldura metálica- hay una nevera compacta con dos vasos y una elegante botella de diseño para bebidas refrigeradas. Esta es otra muestra de la pretensión de primera clase del Audi grandsphere concept.
Sin accesorios ni pantallas a la vista: manejo y displays
Una sorpresa al acceder al interior del Audi grandsphere, con un diseño simplificado presidido por colores naturales, es que antes de activar las funciones de conducción no se ven ni la instrumentación, ni las pantallas para conceptos de visualización virtual: en este interior la “desintoxicación digital” alcanza su máxima expresión. En su lugar hay zonas claramente articuladas y de tacto suave y sedoso, con materiales de la más alta calidad. La madera y la lana, los tejidos textiles sintéticos y el metal utilizado como revestimiento de paneles, asientos y moqueta son agradables a la vista y al tacto. Muchos de estos materiales, como el chapado de madera de carpe, proceden de cultivos sostenibles o están fabricados con materias primas recicladas. En el Audi grandsphere no hay cuero; incluso esto responde a una concepción progresista del lujo, que siempre es inseparable de la sostenibilidad.
Otra sorpresa es que el vehículo cobra vida con sólo tocarlo: hay pantallas, pero en forma de proyecciones sobre las superficies de madera bajo el parabrisas. Dependiendo del modo de conducción -ya sea manual o autónoma de nivel 4- están distribuidas por todo el ancho del interior o segmentadas para el conductor y el acompañante. Toda la información necesaria durante el viaje se ofrece en alta resolución y se puede consultar con precisión. Como alternativa, en el modo de conducción automatizada las superficies de proyección también se pueden utilizar como pantallas CinemaScope para la proyección de contenidos de infotainment o incluso como pantallas para videoconferencias. Además, por debajo de las superficies de proyección se ha integrado una barra de sensores para cambiar rápidamente de contenido; por ejemplo, para elegir entre música o navegación. Muestra todas las funciones y aplicaciones que están activas en el coche, y los iconos parpadean para los diferentes menús.
Situado en el revestimiento interior de la puerta se encuentra un elemento de control muy innovador: el MMI touchless response. Si el conductor está activo al volante y en posición adelantada, puede utilizarlo para seleccionar de forma háptica varios menús de funciones a través de un mando giratorio y distintos botones, y hacer clic en los diferentes niveles; una operación sencilla e intuitiva. Si el conductor reclina el asiento muy hacia atrás durante el modo de conducción autónoma, no tiene que prescindir de estos elementos de confort. En este caso se utiliza una combinación de un sistema de seguimiento ocular con control gestual. Un sensor dirigido al ojo detecta la línea de visión cuando hay que activar la unidad de control; el pasajero sólo tiene que hacer movimientos análogos con la mano que se asemejan al funcionamiento háptico, y puede manejar el sistema de la misma forma, sin necesidad de tocar nada.
Tanto si se trata de un seguimiento ocular, del control por gestos o por voz, de una entrada manuscrita o de un clic, en todos los modos de funcionamiento el Audi grandsphere concept se adapta a cada usuario y aprende sus preferencias y los menús que utiliza con más frecuencia. Sobre esa base no sólo puede cumplimentar los comandos elementales, sino también hacer propuestas personales directamente al usuario.
Los paneles de control están integrados en los reposabrazos de las puertas. De este modo el coche ofrece siempre a los pasajeros superficies táctiles invisibles que utilizan un indicador óptico para mostrar su posición. Al mismo tiempo, en los reposabrazos de las puertas izquierda y derecha hay unas gafas de realidad virtual que se pueden utilizar junto con las opciones de infotainment, por ejemplo, para el sistema holoride.
El diseño exterior: un monolito dinámico
Con 5,35 metros de longitud, 2 metros de anchura y 1,39 metros de altura, las dimensiones del Audi grandsphere concept sitúan a esta berlina de forma inequívoca en la clase de los vehículos de lujo. La distancia entre ejes de 3,19 metros es incluso superior a la de la versión de carrocería larga del actual Audi A8. Pero aún más sorprendente que lo que sugieren estas cifras es la impresión visual que causa al verlo por primera vez: el Audi grandsphere no se parece en nada a una berlina tradicional, sino más bien a un GT de cuatro puertas con una silueta muy marcada que procede directamente del túnel de viento. Y lo hace prescindiendo de cualquier adorno superfluo.
En el proceso, el Audi grandsphere implementa de forma consecuente las condiciones específicas del sistema de propulsión eléctrica en el frontal: un voladizo corto, un capó plano y un parabrisas que se proyecta muy hacia delante como límite superior del amplio habitáculo. Sin embargo, a diferencia de muchos coches eléctricos, no tiene un aspecto futurista, sino que enfatiza los ideales de belleza tradicionales. El borde superior del capó se integra en la zona lateral del chasis en una línea horizontal, sugiriendo un largo compartimento para el motor, características asociadas a un GT. En la parte posterior esa línea continúa a la misma altura a través de los pasos de rueda traseros, abarcando todo el habitáculo y enfatizando su tamaño.
Una segunda línea horizontal surge del borde inferior del capó y pasa por debajo de las ventanillas laterales, discurriendo por toda la cabina. Esto subdivide los paneles de las puertas en hombros orientados horizontalmente con partes verticales convexas por debajo de ellos, justo sobre los estribos. Los pasos de rueda tienen una línea tenue suave pero distintiva, típica de Audi. La esbelta zaga tras el gran pilar C es una reminiscencia de la aerodinámica tradicional. Y el arco dinámicamente inclinado de la línea del techo revela la “grandsphere” como parte de la tradición de los Audi Sportback. Todas las líneas y superficies parecen correlacionarse orgánicamente, combinándose para formar una carrocería monolítica.
Con 23 pulgadas, las ruedas del Audi grandsphere concept recuerdan a un icono de los años 90: el Audi Avus. Al mismo tiempo, los seis radios dobles señalan la construcción ligera y la estabilidad, recordando las ruedas funcionales utilizadas en competición y la tradición de la Bauhaus en el diseño de la marca.
Tecnología visible: iluminación
En el frontal, una innovadora interpretación de la parrilla Singleframe con forma de hexágono plano define el diseño de Audi. Detrás de un revestimiento transparente, las superficies interiores se iluminan de forma indirecta desde arriba durante la conducción, creando un efecto visual distintivo en tres dimensiones.
Los grupos ópticos en la parte superior del Singleframe tienen una forma estilizada, como si se tratase de unos ojos enfocados. Las unidades de iluminación hacen referencia al logotipo de la marca de los cuatro aros: amplían y aíslan la intersección de dos aros simulando una pupila, una nueva e inconfundible firma luminosa digital. Esto quiere decir que el tamaño de las zonas luminosas se puede ajustar según su función como luces de circulación diurna o como intermitentes dinámicos -dependiendo de la situación del tráfico- y emitir así una señal evidente en aras de la seguridad. El mismo gráfico se encuentra también en los grupos ópticos traseros, otra característica significativa del diseño de iluminación de Audi.
Sistema de propulsión y carga
La plataforma tecnológica del Audi grandsphere, denominada Plataforma Eléctrica Premium (PPE), ha sido concebida exclusivamente para sistemas de propulsión eléctrica con batería y, por tanto, aprovecha al máximo esa tecnología. El elemento clave es un módulo de baterías situado entre los ejes que en el Audi grandsphere concept alcanza una capacidad de 120 kWh. Al utilizar toda la base del vehículo entre los ejes, la batería puede ubicarse en posición plana. Junto con las grandes ruedas, esto permite unas proporciones básicas que son perfectas no sólo desde el punto de vista del diseño. Las principales ventajas son un interior con una gran longitud disponible y, por tanto, con mucho espacio para las piernas en ambas filas de asientos. Además, la ausencia de caja de cambios y del túnel central aumenta el confort en los coches eléctricos.
Aun así, el Audi grandsphere no renuncia al sistema de tracción quattro, esencial para la marca. Esto se debe a que el concept car cuenta con motores eléctricos independientes montados en los ejes delantero y trasero que, mediante una coordinación electrónica, ofrecen tracción a las cuatro ruedas en función de las necesidades y ejecutan un equilibrio perfecto entre dinámica de conducción y eficiencia. Los dos motores eléctricos del Audi grandsphere concept ofrecen una potencia total de sistema de 530 kW (720 CV) y un par motor de 960 Nm.
Carga rápida, gran autonomía
El corazón del sistema de propulsión es la tecnología de carga de 800 voltios. Al igual que en el Audi e-tron GT, esta tecnología garantiza que la batería se pueda cargar con una potencia de hasta 270 kW en las estaciones de carga rápida en muy poco tiempo. Esta estrategia hace posible tiempos de carga que se aproximan a la parada para repostar de un coche con motor de combustión convencional. Bastan diez minutos para cargar la batería hasta un nivel suficiente para recorrer más de 300 kilómetros, y en menos de 25 minutos se puede cargar la batería del 5 al 80 por ciento de su capacidad.
Junto con una autonomía de más de 750 km -en función del sistema de propulsión y la potencia seleccionados-, el Audi grandsphere concept es adecuado para recorrer largas distancias. Además, su autonomía y velocidad de carga están a la altura de las de los vehículos con motores de combustión, lo que lo convierte en un coche muy completo, perfecto para las necesidades cotidianas. En cuanto a las cualidades dinámicas, el Audi grandsphere concept, como es típico en un coche eléctrico, supera a sus rivales con motor de combustión. Gracias al elevado par disponible de forma prácticamente instantánea, apenas necesita poco más de 4 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h; la velocidad máxima está limitada en aras de una mayor autonomía.
Suspensión neumática y suspensión activa para un máximo confort
La suspensión delantera cuenta con una configuración de cinco brazos, especialmente optimizada para los vehículos eléctricos. En la parte trasera se recurre a un eje multibrazo que, al igual que en el eje delantero, es de aluminio. A pesar de la gran distancia entre ejes, las ruedas traseras direccionales proporcionan una excelente capacidad de maniobra. La lujosa berlina utiliza la suspensión neumática de Audi, un sistema de cámara única con amortiguadores adaptativos, que resulta muy adecuado para la conducción dinámica cuando es necesario, garantizando el confort de marcha sin que se noten los movimientos de la carrocería en condiciones normales.
El Audi grandsphere concept dispone de suspensión activa. El sistema de alta tecnología puede subir o bajar cada rueda por separado en milisegundos mediante actuadores electromecánicos. Esto permite controlar de forma activa el estado del chasis en cada situación de conducción y, de esta manera, reducir considerablemente los movimientos de cabeceo de la carrocería al acelerar o al frenar. Gracias a la cámara frontal, que reconoce los desniveles del pavimento, los ajustes se producen de forma predictiva. Los datos topográficos del sistema de navegación también se utilizan para integrar en la proyección del sistema los radios de giro de las curvas, las pendientes y las posibles inclinaciones.