Noticia
13-09-2000
Audi expone un estudio de diseño de un super deportivo
La última creación del Equipo de Diseño de Audi propone un auténtico regreso al futuro…
El pabellón “Autostadt” de Audi en Wolfsburg es el lugar indicado para desvelar la última creación del Equipo de Diseño de Audi: el proyecto Rosemeyer, un vehículo que aúna el pasado y el presente de la marca, mostrando su filosofía y cultura de diseño. Una clara visión de futuro, utilizando nuevas cualidades de la tradición histórica.
Una mirada más profunda empieza a descubrir los detalles familiares: la calandra del radiador evoca de inmediato a los históricos Auto Unión “Flechas de Plata”, a lo que también contribuye el largo capó del motor, descendente hacia la zona posterior, con las características ranuras verticales de entrada de aire. De la misma forma que en los históricos Auto Unión, el nuevo estudio de diseño muestra un reluciente acabado mate en las superficies de aluminio pulido.
Al igual que las famosas “Flechas de Plata”, el prototipo tiene capacidad para montar un motor central de dieciséis cilindros. Hay espacio suficiente entre los altos pasos de ruedas que albergan neumáticos de gran medida. La larga batalla deja lugar holgado al habitáculo y el motor de gran capacidad se ha situado por delante del eje posterior. Las cortas salientes enfatizan estas proporciones y le confieren a los laterales una apariencia de especial dinamismo.
Pero la tradición y la herencia histórica no son, por supuesto, los únicos factores reveladores cuando se admira por primera vez este increíble vehículo bajo el techo del pabellón de Audi. Sus líneas exteriores definidas con el techo del habitáculo abovedado, los pasos de rueda de semicírculos precisos y la línea de cintura alta repiten la filosofía actual de diseño de Audi, en una clara familiaridad con el TT.
Los discos de frenos perforados de gran diámetro resaltan detrás de las ruedas y son el contrapunto evidente a la gran potencia del motor central. La tracción integral permanente quattro es el sistema más idóneo para transmitir la potencia de un motor de gran capacidad a propulsión en condiciones ideales, transformando el estudio de diseño en la “máquina perfecta”.
Las audaces entradas de aire son elementos formales en varios puntos de la carrocería de aluminio, particularmente en el frontal. Los faros delanteros son compactas unidades de gas xenón situadas por detrás de cristales claros, que quedan protegidos y enmascarados por paneles metálicos y que basculan hacia arriba cuando se encienden las luces.
El vehículo no tiene retrovisores exteriores que puedan representar un freno aerodinámico, por pequeño que sea. Para la perfecta visión de lo que sucede por detrás, existen pequeñas cámaras que proyectan vistas de la parte trasera y de los laterales en pequeños monitores en el habitáculo.
En el interior, la luminosidad se utiliza como marca de elegancia y eficacia funcional. Todo el habitáculo está forrado en Nomex ignífugo acolchado, como en los coches de competición o en los helicópteros. Dos butacas de piel acomodan al conductor y acompañante por detrás de un parabrisas panorámico y muy envolvente; sin duda, la lógica continuidad de la purista arquitectura interior que se encuentra en el habitáculo del TT.
El prominente túnel central con sus tubos de aluminio pulido y las ventanillas de perfil alto proporcionan al conductor una situación de máxima ergonomía, como el centro nervioso de su vehículo deportivo. Una ventana en la parte posterior del habitáculo proporciona una visión clara del corazón del vehículo: el motor central.
El cuentarrevoluciones de lectura analógica es de gran medida y tiene estética similar al resto del instrumental. Los pedales tipo competición son ajustables, el volante deportivo tiene cuatro radios a 90 grados y la palanca de la caja de cambios de seis marchas es de soporte acanalado. Todos estos son instrumentos ideales pa ra mantener el impresionante potencial de prestaciones bajo control.
El aluminio pulido, la fibra de carbono y el cuero de alta calidad definen el purismo del interior, sin concesiones al lujo de una berlina de representación. Diseño ultraligero, dinamismo extremo y precisión funcional caracterizan la línea de cada detalle, de cada componente.
El estudio de diseño de Audi que se expone en “Autostadt”, en Wolfsburg no es un prototipo listo para ser conducido, ni se ha creado como un anticipo para la producción futura de un vehículo de serie. Este coche demuestra el potencial tecnológico de la marca Audi que, junto con un diseño de línea depurado y unos acabados de lujo, convierten este prototipo en el inequívoco sello de distinción que destaca a un Audi como nunca se había visto antes.